“BESÉ” UN SAPO Y ME ABLANDÓ EL CORAZÓN
Mi testimonio del Otac
“BESÉ” UN SAPO Y ME ABLANDÓ EL CORAZÓN
Es muy difícil decirlo, pero fui un niño maltratado; y gracias al tratamiento del Dr. Octavio Rettig y el Otac me sanó. Me curó el alma y me reencontró con mi Ser. Literal y metafóricamente la sustancia del sapo me ablandó el corazón de esas paredes y fibras endurecidas por conductas equivocadas, me quitó la arritmia cardíaca, me llenó de mucha paz, tranquilidad, ayudándome a profundizar en el eterno presente y mucho más.
Muchas gracias, Octavio, mi Ser te lo agradece enormemente, sigue adelante con tu noble misión, despertando conciencias. ¡Que el Gran Espíritu bendiga siempre tus pasos y tu camino, hermano guerrero! ¡Claridad, fortaleza y fuerza! ¡Axatipe!
Octavio Rettig - Juan Lara
MI PROCESO
Desde que conozco al Dr. Octavio Rettig recomienda ejercicio, mucha respiración y comida sana como preparación previa y posterior para la medicina ancestral Otac. Así lo hice, sin embargo, en lo personal, noté que me faltaba algo más por hacer, tenía la mente con mucho desequilibrio, pues así la traía, luego desarrollé el hábito de meditar y el resultado fue mucho mejor en pro de mi beneficio con el Bufo Alvarius.
En primer lugar, en enero de 2016 experimenté con el sapo del amanecer, eso me cambió la vida de forma positiva. Aunque tuve más bajos que altos ese año, total, no se podía esperar menos debido a la falta de disciplina físico esotérica que arrastraba. Fue un año terrible, externamente, por la crisis venezolana, de 82 kilogramos bajó mi peso a 65; internamente, tenía muchos torbellinos mentales y por ende la paz era ajena en mí. A pesar de todo tuve la fuerza para vencer miedos y avanzar, gracias a este remedio.
Posteriormente, a 11 meses de la experiencia con el elemental del desierto de Sonora y casi cuatro años intentando hacer un curso de meditación Vipassana, tuve la oportunidad de ir, otra gran experiencia que marcó un antes y un después, la técnica que practicó Buddha Gautama para iluminarse. El ejercicio continuo de vivir en el momento, en el aquí y en el ahora, a través de la atención en la respiración empezó a depurar y a centrar mi mente, con ello se manifestó más claramente el beneficio obtenido del Otac, puedo decir que ambos otorgan igual bien a quienes se enserian en el trabajo sobre sí mismos: vivir en el presente (el cual es un regalo, de allí su nombre).
Seguidamente, en enero de 2019 recibí nuevamente el 5-Meo-DMT, no hay una expresión que pueda usar para describir esta segunda experiencia. Gracias a que me dediqué en los dos últimos años a practicar la técnica Anapana, que enseña Vipassana, fue la clave para lograr un mayor provecho, mucha sanación en lo físico y en lo espiritual.
Ahora, de todo corazón, para finalizar, tomando la recomendación de Rettig, sugiero a todas las personas que hagan mucha meditación (Vipassana) antes y después de obtener esta bendición de la medicina ancestral del pueblo Seri. ¡Viva México!
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